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El diputado de Compromís por Castelló, Josep Maria Pañella, ha calificado de “patético” el encuentro entre los presidentes de los PP de Castellón y Tarragona. Pañella ha asegurado que “nos quieren presentar el encuentro como si el PP de las comarcas de Tarragona fuera un partido grande y poderoso, pero lo cierto es que, al igual que en el resto de Cataluña, el PP tarraconense es una fuerza minoritaria y marginal al conjunto de la política catalana, que debe buscar fuera los titulares que allí no encuentra”.

 

El diputado de Compromís ha ironizado “sobre las afirmaciones lingüísticas que han llevado a cabo, con total desprecio de la ciencia y la filología, asegurando que “en Castelló se habla valenciano y castellano, y en Tarragona catalán y castellano”, como queriendo dar a entender que se trataría de dos lenguas diferentes. Y, sinceramente, afirmar que en Vinaròs y Alcanar, o en Sant Jordi y la Sènia, hablan dos idiomas diferentes, hace reír no ya a un titulado universitario, por supuesto, sino a cualquier persona de la calle que viva allí. Y, lo más fuerte de todo es que ni los dos presidentes del PP se lo creían, cuando hacían esas declaraciones tan surreales”.

 

Pañella ha declarado que “en vez de dedicarse a proclamar a los cuatro vientos esas alucinantes declaraciones, podrían haber hablado de temas comunes que sí que interesan realmente a la ciudadanía: el peligro del Castor y las soluciones para que su cierre definitivo no repercuta en los bolsillos de toda la ciudadanía; los problemas de la citricultura que se extiende a lado y lado del río de la Sènia, y que se encuentra en una situación tan delicada, agravada ahora además por el veto ruso; de la finalización de la autovía alternativa a la AP-7, que debe unir las poblaciones del norte de Castelló y las del sur de Tarragona; de la vía única que tanto dificulta aún las comunicaciones Castelló-Tarragona, y por tanto Valencia-Barcelona… De estos y tantos otros temas podrían haber hablado, pero prefirieron dedicarse a intentar hacernos creer que los burros vuelan, que la tierra