El portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, considera que el primer discursos navideño de Felipe VI, “es una declaración de buenas intenciones, una literatura agradable para los oídos de quienes hayan visto el mensaje, pero no es suficiente, la gente está cansada y castiga y la ciudadanía reclama hechos, no palabras”.
Baldoví considera que la seriedad a la que aludió Felipe de Borbón, “no es la misma en la que piensan otros”. “Para nosotros, la seriedad es respetar la voluntad democrática de los pueblos, y eso no se puede cuestionar por nadie, ni mucho menos por un monarca que ha accedido a su cargo sin plebiscito alguno”, apostilla el parlamentario.
Asimismo, el diputado de Compromís considera que en la Casa Real “no están al tanto de la realidad plurinacional”. “Dice que no hay adversarios y no es así, porque cuando miles de personas diariamente se dedican a insultar a otras y a menospreciar lenguas y culturas, sí que hay adversarios. Y eso pasa con los catalanes o nos pasa a los valencianos, donde personas tienen denuncias falsas, penas de prisión y el menosprecio diario de agentes del orden por el simple hecho de hablar en valenciano. Y esos agentes, no lo olvidemos, lo primero que hacen es jurar fidelidad al monarca”.
Respecto a la corrupción, Baldoví considera que, al contrario de lo dicho por Felipe VI en su discurso navideño, “sí que ha echado hondas raíces en las instituciones y para cortar esas raíces, hace falte grandes esfuerzos y garantizar la independencia total de la justicia”.
“Esa independencia, sólo se demostrará dándole todos los medios que necesita para que sea ágil y efectiva. Además, el rey poco puede hacer por su cargo en este caso, pero si quiere ser ejemplar, que empiece por no ir a visitar, ni a recibir ni a hacerse fotos con quienes han practicado la corrupción o la han tolerado”, advierte.
En la referencia de la economía al servicio de las personas, Baldoví ha insistido que el texto del discurso, “literariamente está bien, como guión, pero la realidad, desgraciadamente, es otra muy diferente. Felipe VI no puede olvidar que muchas personas no vieron ayer su discurso, simplemente porque han perdido sus casas y el estado o la corona no han hecho nada para evitarlo porque tienen muy buenas relaciones con los bancos, que son los que manejan los hilos”.