El senador de Compromís, Carles Mulet, ha reiterado su preocupación por la falta de control de plagas y de regulación a la hora de acotar puertos de entrada a las importaciones de terceros países o de zonas en las que se han detectado plagas. La Xylella fastidiosa, una bacteria llegada de América, está afectando con virulencia los cultivos italianos y amenaza a los de la cuenca mediterránea, especialmente los más próximos de Francia y España. Ni la tala de un millón de árboles ha servido para acabar con un enemigo que puede poner en jaque un cultivo de vital importancia en las comarcas de Castelló, València y Alacant y que ha complementado muchas economías, especialmente en nuestro mundo rural.
“La bacteria afecta al parecer a cultivos leñosos, según la preocupación que nos trasladó recientemente el sindicato de la Unió de Llauradors, lo que puede afectar a cítricos, almendros, viña, parajes naturales e incluso algo muy apreciado por todos como son los ejemplares de olivos milenarios que existen en el norte de Castelló y sur de Tarragona”, ha indicado el senador. Mulet reclamó recientemente a las autoridades del Ministerio de Agricultura y Alimentación, tras solicitar su comparecencia en el Senado, un mayor control en la gestión de las importaciones, vigilancia en las fronteras y que el estado español “se plante ante Europa para que vigile de una vez qué entra, por dónde y en qué condiciones, para no amenazar nuestra economía y forma de vida”.
Según Mulet, la agricultura valenciana se halla en una situación muy vulnerable ya que “a pesar que en el País Valenciano se realizan buenas prácticas como inspecciones en origen o la existencia de un Plan Fitosanitario en funcionamiento desde 2004 que controla plagas o la existencia de vectores en cítricos, vemos como no hay reciprocidad con los países terceros, que siguen sin disponer de normativas en este sentido o bien las incumplen, y cómo Europa es un coladero de plagas, algo que amenaza la economía valenciana”, ha asegurado.
Así, a pesar de las partidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado para 2016, que fueron enmendadas por Compromís, que señalaban la existencia de dinero para vigilancia y formación “que consideraron suficiente, vemos como la bacteria se muestra imparable en Europa, lo que nos hace temer lo peor en un país como el nuestro, poblado en buena parte de la península por olivares”. Así, Mulet ha reiterado la necesidad de acotar puertos de entrada, el control de especies en aeropuertos y puertos, pasaportes sanitarios y más garantías”.
Para el representante valenciano, “la situación es también grave para nuestra citricultura con plagas como el greening (HLB), cuyo vector ya se ha detectado en Canarias, Galicia y Portugal, ya que si llegan aquí puede poner en jaque a toda la citricultura valenciana”, ha alertado. Otras plagas como la cancrosis de los cítricos a la que nuestra agricultura podría verse expuesta por las compras que se realizan de cítricos de Sudáfrica cuando aquí no hay producción, suponen otro riesgo potencial, ya que se han detectado envíos afectados en frontera y al hecho que los EEUU han arrancado ya el 90% de su citricultura por esta enfermedad bacteriana.
“El sector agrario entiende que no existen suficientes controles, por este motivo insistiremos tanto en el Parlamento Europeo como desde nuestras instituciones a que se fuerce a la UE al establecimiento de inspecciones en origen y a medidas de control adicionales en aeropuertos con la entrada de vegetales, la exigencia de formación y controles sanitarios”, ha asegurado