El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, se ha desplazado hasta uno de los filtros verdes o humedales artificiales que hay en la Albufera de València, en concreto al Tancat de Milia en Sollana, para celebrar el Día Mundial del Agua. Este año, el eslogan elegido en toda el mundo tiene que ver con la reutilización del líquido elemento: ‘Aguas residuales ¿por qué desperdiciar agua?’. El secretario autonómico ha destacado la necesidad de reutilizar aguas residuales para proteger el medio ambiente y su biodiversidad, como sucede en los filtros verdes de la Albufera.
Álvaro considera imprescindible que se produzca una revisión legislativa, entre otras de la Ley de Aguas, que impulse el uso de agua depurada. “Debemos potenciar la reutilización entre todas las administraciones, pero especialmente el Gobierno de España tiene la obligación de liderar este proceso porque tiene las competencias en materia de planificación hidrológica. No es de recibo que el Plan Hidrológico del Segura incorpore el 100% del agua depurada disponible, mientras el del Júcar sólo contempla el 19%”, ha señalado el secretario autonómico.
Las 478 depuradoras de la Comunitat Valenciana trataron en 2015 más de 431 hectómetros cúbicos de aguas residuales, del que sólo un 31% (133 Hm3) se reutiliza. La Generalitat trabaja, a través de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), para duplicar esa cifra y conseguir que el 69% del agua depurada que se vierte a los cauces de los ríos o directamente al mar sea reutilizada. De ese 31% que se reutiliza, el 97’5% tiene un uso agrícola; el 1’4%, un uso urbano, y el 0’5%, uso industrial.
Uso medioambiental de la reutilización de aguas residuales
El secretario autonómico de Medio Ambiente ha destacado que la reutilización de aguas residuales también puede tener un uso medioambiental muy importante “porque favorece una mejor calidad de las aguas especialmente en nuestros humedales”. De ahí que, especies como el blenio, hayan vuelto a aparecer en las aguas de la Albufera de València.
El blenio de río o pez fraile (Salaria fluviatilis) es un pez de cuerpo sin escamas y recubierto por una mucosa, que casi nunca supera los 10 cm de longitud. Está incluido en los catálogos de especies de fauna amenazada, tanto a nivel estatal como regional, en la categoría de “Vulnerable”. Se tiene constancia de su presencia hasta los años 60 en el lago de la Albufera. En el año 1979 se da por extinta esta especie en el lago, con dos citas posibles y aisladas a mediados de los 80 y a comienzos de los 90.
En el año 2013, tras la reconversión del Tancat de Milia de arrozal a humedal artificial se captura en este espacio un pequeño ejemplar de blenio. El Servicio de Vida Silvestre de la Generalitat, ante este hallazgo, puso en marcha una serie de muestreos confirmando su presencia en otros puntos de la Albufera. El blenio reconquistaba su lugar en el lago. Desde entonces, prospecciones periódicas han corroborado la positiva progresión de conservación de esta especie, paralela a la de la gambeta de agua dulce (Palaemonetes zariquieyi); un crustáceo endémico de humedales valencianos, muy sensible a la contaminación.
La presencia de poblaciones de blenio y gambeta se relaciona con la mejoría de la calidad de la aguas, lo que podría suponer un indicador del efecto de los humedales artificiales en el lago. En el último muestreo del Centro de Investigaciones Piscícolas de El Palmar (Generalitat Valenciana), los días 8, 9 y 10 de marzo de 2017, de nuevo se han realizado capturas de blenios.
La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha decidido tomar este año una medida adicional que tiene por objetivo mejorar el estado de conservación del blenio en l’Albufera de Valencia. Aprovechando la alta calidad del agua en los canales del Tancat de Milia, se van a traslocar a este humedal artificial algunos ejemplares capturados en el pasado muestreo.
La reintroducción de peces es una medida que ya ha tenido considerable éxito con el samaruc (Valencia hispanica), un pez endémico y amenazado que ha encontrado en Milia un habitat idóneo. La suelta de ejemplares de blenio tiene un marcado sentido simbólico, pues representa un indicador del avance conseguido en la mejoría de la calidad del agua en el Parque Natural de la Albufera, a la que tantos esfuerzos se ha dedicado en los últimos años.