El senador de Compromís, Jordi Navarrete, ha recordado hoy que el Estado, sus cargos, abogados y técnicos responsables “permitieron con su inacción el triste desenlace del proyecto Castor, que a día de hoy sigue iluminado de noche en medio del mar, como un monumento a la ignominia”, al confiar un proyecto estratégico a una empresa como Escal UGS (controlada en un 66,7% por ACS) y que se les aceptara una cláusula desde el Ministerio de industria que les exoneraba de cualquier responsabilidad. “Por eso”, ha dicho Navarrete “determinados negocios y personas no son de fiar pues ejecutaron, diseñaron o construyeron mal un proyecto que acabará costando a los usuarios más de 3.000 millones de euros, algo tremendamente injusto”.
El senador ha abogado por “desprenderse de una vez de este señor en los negocios de las autopistas y cualquier otra vinculación con el Estado, ya que sabemos cómo acaban esta clase de contratos, con cargos y técnicos imputados por prevaricación y miles de millones en los resultados de las empresas y sus subcontratas, especialmente cuando los valencianos estamos pidiendo el fin de los peajes en la AP7, una excelente gestión del dinero público y acabar con esta clase de chanchullos en los que se exonera a quienes hacen fiascos dándoles millonadas que pagamos entre todos”.
Navarrete ha recordado “cómo con la renuncia a la concesión del proyecto Castor abandonó a la suerte un proyecto, inútil, peligroso, que nadie desmantela y cuyas responsabilidades están por ver cómo quedan, algo que impensable en un país serio, en el que no se ocultaría información a los representantes del pueblo”.
Navarrete recuerda que son decenas los documentos solicitados por la coalición que todavía no han sido puestos a disposición de esta formación referidos al proyecto energético fallido (sus auditorías, valoraciones antes de pagar las indemnizaciones a la promotora …) que generó temblores de magnitud 4,2 al ubicar el depósito de gas en una falla geológica.