El diputado de Compromís en las Corts, Silverio Tena, ha presentado una propuesta para que desde el parlamento valenciano se inste al Consell a impulsar medidas de discriminación positiva que fomenten que las jóvenes estudien carreras universitarias científico-técnicas y también en los grados superiores de Industria y Ciencia en la Formación Profesional (FP).
Según Tena, “desde los años 80 se viene reduciendo el número de mujeres que estudian carreras de carácter científico-técnico. Así, los datos del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades muestran que, en el curso 2016-2017, en el Estado español, en el área de Ciencias Sociales la presencia de mujeres era del 59,51 por ciento, muy similar al área de Artes y Humanidades con un 61,40 por ciento y al área de Salud con un 69,71 por ciento. Mientras que en el área de ingeniería y arquitectura solo hubo un 25,56 por ciento de mujeres”.
Por otro lado, los datos de la Unidad de Igualdad de la Universitat de València para el curso 2010 “muestran la misma tendencia: mientras que el porcentaje de presencia de mujeres en carreras del área de conocimiento de Humanidades, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud o Ciencias Sociales ronda el 70 por ciento, representa tan solo entre un 20 y un 30 por ciento en las carreras de tipo científico-técnico, como son las ingenierías y las ciencias puras”.
El diputado de Compromís ha explicado que “no es posible atribuir estos datos únicamente a las decisiones individuales de las jóvenes a la hora de escoger carrera, ni tampoco es posible circunscribir a la edad universitaria el momento en el que se produce la desconexión con este tipo de itinerarios. Los datos reflejan un problema subyacente que recorre de forma transversal a la sociedad. Y es que, tal como recoge el informe Mujer y Ciencia, de enero de 2017, del Consell Valencià de Cultura, el 63 por ciento de los españoles cree que las mujeres no sirven para científicas de alto nivel”.
“Este estereotipo de género, que considera que los hombres están más capacitados para tareas científico-técnicas y las mujeres para tareas sociales, reproduce los roles de género tradicionales y socializa a las jóvenes en que un itinerario científico o técnico, en formación profesional, bachillerato o universidad, no es el adecuado para ellas. Por eso también consideramos que hay que ampliar y profundizar en las campañas de sensibilización que ponen de manifiesto la importancia de la mujer en la ciencia y la innovación, actualmente y a lo largo de la historia. El impulso de estas campañas en las edades más tempranas es fundamental porque tenga sentido la aplicación de medidas de discriminación positiva en la edad adulta”.
“Y, evidentemente, también hay que insistir en medidas como promover la corresponsabilidad laboral y familiar en los ámbitos científicos e investigadores, meritando las curas para la vida y otorgando permisos de maternidad y paternidad iguales en duración y obligatorios para los hombres”, ha concluido el diputado Silverio Tena.