En una respuesta dada por el Gobierno Central a una pregunta escrita presentada desde el Senado por el senador territorial de Compromís, Carles Mulet, sobre qué previsiones a corto, medio y largo plazo existen tanto para la N232 como para la A68, se deja claro que las únicas previsiones del Gobierno “son las reflejadas en los Presupuestos Generales del Estado, destacando que en 24 de junio de 2016 se licitó el contrato de obras para el acondicionamiento de la carretera N-232 en el tramo Barranco de la Bota-Masia Torreta por importe de 68,8 millones de euros”. Más allá de esta inversión, y de la conversión en la reclamada A68, nada.
Mulet exponía en el argumentario de su pregunta, que las obras de mejora de la N232 que discurre en territorio aragonés se encuentra paralizado desde 1994 en buena parte del tramo, con actuaciones puntuales y limitadas. Las consignaciones presupuestarias para los tramos en el término municipal de Morella para 2016 (a los que ahora hace mención el Gobierno) “son insuficientes y puramente testimoniales, y fuera de él, no existe ninguna previsión para avanzar en el resto del territorio valenciano para conseguir transformar este vial en la esperada A68, hecho corroborado ahora con esta respuesta”.
Esta arteria de comunicación de la Península se ha ido gestando a cuentagotas, con paralizaciones temporales eternas, con presupuestos insuficientes que muchas veces no se han llegado a materializar y mientras que en algunos tramos existe autovía (entre Miranda de Ebro, en Burgos, hasta Burgo de Ebro en Zaragoza), en otros se ha ido adaptando la antigua y precaria N232 a estándares mínimos, pero no aptos para ampliarlos posteriormente y ser autovía, por lo que a la larga acaba siendo también malgastar dinero público por un falta de previsión y hacer las actuaciones a medias. “Obras de la N232 no pueden entenderse como transitorias, porqué hablamos de millones de euros, que a la postre llegan tarde y mal”, ha señalado Mulet.
El senador de Compromís visitó recientemente la Demarcación de Carreteras del Estado del Ministerio de Fomento en Valencia para conocer el futuro de la A68, donde pudo confirmar que sólo tienen un diseño primario de por dónde hipotéticamente podría ir, sin ningún tipo de detalle. Se da a entender que posiblemente discurriría por donde ahora lo hace la N232, pero sin garantías reales en el tiempo, sin presupuestos ni plazo “tan solo buenas palabras hacia las autoridades comarcales de los territorios afectados”. Este vial debería tener unos 370 kilómetros y sólo tiene construidos en la actualidad como autovía unos 70. La A68 debe discurrir por Castilla León, La Rioja, Aragón y, presumiblemente, el País Valenciano donde el tramo entre Valdealgorfa (Bajo Aragón) y Vinaròs, de unos 110 km, aún está pendiente de estudio informativo. Desde que en 2009 el Ministerio anunció que sería probablemente su trazado por territorio castellonense, hasta la fecha, no se ha hecho nada. Este vial es de importancia vital para el Maestrat, Els Ports y para el Bajo Aragón pero, de nuevo, ninguna previsión a corto o largo plazo.
Mulet defenderá la próxima semana en el Senado mediante una enmienda a una moción de ERC, inversiones para la N232 y el desbloqueo de la A68.