Los senadores de Compromís, Jordi Navarrete y Carles Mulet han reclamado en una moción un seguimiento efectivo por parte del Ejecutivo la construcción del Corredor Mediterráneo a través de las regiones de Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía. La moción insta al Gobierno a que el ministro de Fomento supervise en persona, trimestralmente, las obras del Corredor Mediterráneo y dé cuenta periódicamente a los representantes autonómicos y organizaciones empresariales y lobbies vinculados con este proyecto, tal y como se ha comprometido a hacer recientemente con las obras del AVE en Galicia.
El senador territorial, Carles Mulet, ha añadido que “pedimos, además, una auditoría de las inversiones efectivamente realizadas y un calendario de inversiones claro, ya que es inadmisible que en Europa los representantes del Estado español aún no hayan definido dentro los documentos oficiales de trabajo las actuaciones en el nodo de València, población que quedaría seriamente relegada y convertida en el nuevo semáforo de Europa en materia ferroviaria“.
Entre las medidas que propone la coalición en la moción figura la petición de fijar una fecha para la alta velocidad entre Barcelona y Alacant, así como comprometerse a que en 2018 haya ancho internacional desde Almería hasta la frontera francesa en el Corredor Mediterráneo y fijar una fecha de inicio para los trabajos de la doble plataforma para que esté en funcionamiento en 2025, tal y como piden los empresarios.
Para Mulet, “el País Valenciano es un caos en materia de infraestructuras en la que nos han relegado los diferentes gobiernos de PP y PSOE, con peligrosas carreteras de un solo carril por sentido, carencia de autovías, la presencia de una vía de peaje transversal en el territorio desde hace más 40 años como es la AP7 y malas conexiones con los territorios vecinos de Cataluña (una A-7 que no empalma con l‘Hospitalet desde el aeropuerto de Castelló) ni con Aragón vía la A-68, por no hablar de la infrafinanciación que sufrimos“.
Las recientes palabras del ministro de Fomento han encendido los ánimos “de aquellos que nos sentimos maltratados en materia ferroviaria y de oportunidades en relación con lo que suponen nuestras economías“, ha agregado Mulet.
RESUMEN DE LA SITUACIÓN
La saturación debida al tránsito de Cercanías entre València y Castelló hizo que se previera desdoblar parte de la línea mediante la construcción de una línea de alta velocidad entre las dos capitales, la construcción fue licitada el 8 de octubre de 2011 por 1.328 millones de euros, aunque las obras no comenzaron.
En València estaba prevista la construcción de un nuevo túnel bajo la ciudad, por lo que la estación València-Nord deje de ser callejón sin salida y tenga continuidad, por un lado hacia Almería y Madrid, y por otro hacia Barcelona. Se crearía una nueva estación subterránea donde actualmente se encuentra en superficie València-Nord, llamada València-Central. Sin embargo el tramo urbano de Valencia no aparece en el proyecto de 2012.
La mala gestión ferroviaria en el Este peninsular arranca en los 80 y continua hasta ahora, quedando en el camino aspectos como el incumplimiento por parte del Ministerio de Fomento del Plan de Cercanías para el País Valenciano o los acuerdos de reordenación ferroviaria firmados entre el ex ministro Francisco Álvarez Cascos, el expresidente José Luis Olivas y la ex alcaldesa Rita Barberá de 2003, que debían invertir 800 millones en la capital. La falta de aliento queda clara en el hecho de que en 2016 no hayan comenzado a redactar aún el proyecto de conexión por AVE entre Valencia y Barcelona, hayan optado por una solución muy cuestionada como es el tercer hilo o ignoran a las prioridades del corredor Mediterráneo las obras que requiere el nodo de Valencia, además de la desgana en acudir a reuniones o considerar inviables actuaciones que pueden suponer un revulsivo económico y social en la provincia de Alicante como es el Tren de la Costa, aunque planifican paradas de AVE en municipios de 23 habitantes en la meseta.
Las comunidades autónomas del Corredor Mediterráneo reciben el 50% de los turistas extranjeros que llegan cada año en España, con Cataluña a la cabeza (24,7%), seguida de Andalucía (13,5%) y València (11,5%) según el INE – Encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur). Estas CCAA concentran el 50% de la población española, el 45% del PIB del país, el 47% del tejido productivo, el 46% del empleo, el 51% de la exportación de bienes, el 63% del tráfico de mercancías portuarias y ocupan el séptimo lugar de importancia por PIB en la UE. El Corredor Mediterráneo supondrá una reducción de 900.000 toneladas de emisiones de CO2 al año, lo que equivale a la contaminación que generan 130.000 coches dando la vuelta al mundo.