La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha defendido la necesidad de abrir el debate sobre la presencia de las mujeres en los puestos directivos en las empresas y ha apostado por una “presencia equilibrada” porque según ha indicado, “hay estudios que reflejan que la presencia de un 30% de las mujeres en órganos directivos mejora un 15% la rentabilidad. No es solo una cuestión de justicia, sino económica de rentabilidad y de productividad que favorece a toda la sociedad.
En este sentido, ha apuntado que en política “hace tiempo que se decidió que había que tener mecanismos para favorecer la presencia equilibrada de mujeres en los órganos de gobierno pero esa realidad no se ha acabado de trasladar a las empresas”.
Mónica Oltra ha realizado estas declaraciones en el foro nacional sobre liderazgo femenino y empresas ‘Tiempo de Mujeres’, celebrado en València y en el que ha participado y donde ha reivindicado la presencia de las mujeres en los liderazgos “más allá de la evidencia de que si somos la mitad de la población, deberíamos estar representadas en todos los grupos sociales”.
Se trata, a su juicio, de una necesidad objetiva, “sin la aportación de las mujeres no se puede hacer la transformación que necesitamos”. Asimismo, Oltra ha hecho hincapié en que en los nuevos tiempos, “ser mujer es un valor añadido para el liderazgo”, porque “hemos aprendido a lo largo de la vida a escuchar, empatizar, animar, fomentar y poner en valor nuestros equipos. Tenemos más experiencia al ser flexibles, adaptables y también optimistas”.
En su intervención, la vicepresidenta del Consell ha alentado a las mujeres, especialmente a las más jóvenes, a “seguir trabajando por conseguir nuestro fin: la igualdad real” y también a “seguir tejiendo la red de mujeres, imprescindible para llegar a alcanzar el lugar que nos toca”, porque “todavía no parten con las mismas ventajas de sus compañeros”.
Al respecto, Oltra ha evidenciado que las mujeres a pesar de ser más de la mitad de la población y estar más preparadas, “la tasa de paro nos castiga más a las mujeres y también el trabajo a tiempo parcial y precario”, y aún más, “la realidad es que pese al mayor nivel de estudios de las mujeres, los hombres continúan siendo los que tienen más posibilidades de promoción profesional”.
Techo de cristal
Además, la vicepresidenta del Consell ha apostado por “romper los techos de cristal”, como un factor social que bloquea el acceso de las mujeres a los lugares de responsabilidad. “La imagen de que a las mujeres no nos interesa liderar no es cierta, o no a todas, o puede ser la carrera de obstáculos parece demasiado dura y lo dejamos correr”, ha precisado.
En ese sentido ha subrayado que esos obstáculos “no los ponemos nosotros, los pone una sociedad construida y dominada por un modelo patriarcal que fomenta los grandes líderes masculinos, autoritarios y poderosos”.
Paralelamente, la vicepresidenta del Consell se ha mostrado optimista porque “los movimientos de hombres feministas empiezan a ser una realidad” y también porque “la lucha por la igualdad está viva y más fuerte que nunca” y ha afirmado que “avanzamos” y que cada día “hay más conciencia social de que las mujeres somos imprescindibles en todas las facetas de la vida, por derecho propio”.
Respecto al mundo de la política, Oltra ha lamentado que el poder “continúa siendo de los hombres con algunas líderes famosas que no son precisamente feministas” y ha defendido la necesidad de las cuotas, para combatir discriminaciones y para dar oportunidades a quien no las tendría nunca, “es una falacia pensar que deberíamos llegar por méritos propios cuando no tienes la oportunidad de demostrar esos méritos”, ha matizado.
En su intervención ha querido dar unas pinceladas sobre como desde el gobierno valenciano “estamos feminizando la política”. En primer lugar, ha destacado la paridad del Consell, “el primero del gobierno valenciano” y también el hecho de ser la Vicepresidenta y tener entre otras, las competencias en igualdad, “eso significa que la igualdad ocupa un lugar relevante en la jerarquía del gobierno y que esa jerarquía sirve para hacer que las políticas de igualdad impregnan todas las acciones del gobierno”.
También ha apelado a la corresponsabilidad, una corresponsabilidad que implica también a los hombres de forma equitativa, “porque es el tiempo de que los hombres den un paso hacia dentro de la vida privada, al igual que las mujeres lo debemos hacer hacia la vida pública”.
Finalmente, la vicepresidenta ha dado a conocer la campaña institucional en torno al 8 de marzo y que este año versa sobre la igualdad real, “como contraposición de la formal o legal, porque, “esa ya la hemos conseguido gracias a la lucha de muchas otras feministas que nos han precedido y que no debemos olvidar”.
Una campaña, que según ha subrayado, pone el foco justamente el todo lo que aún nos queda por conseguir, en nuestro día a día, en que seamos reconocidas como iguales, en que nuestro aspecto no sea objeto de juicio, en que nuestro trabajo se valore sin condescendencia, en que vamos por el calle y nos sentimos seguras, en que tener ambición sea tan normal como no tenerla, y en que nuestras hijas e hijos nada más conozcan la desigualdad a los libros de historia”.