Los diputados y la diputada de Compromís en el Congreso han registrado una batería de preguntas parlamentarias para que el Gobierno esclarezca si está o no preparado para evitar
nuevas agresiones de la extrema derecha en las calles de València. La preocupación de Compromís viene motivada por las amenazas de conocidos líderes de la extrema derecha valenciana que han animado a reventar la cabalgata de las Magas de València. En las redes y en un mensaje en cadena de Whatsapp se han lanzado mensajes como “impidiremos el discurso de Ribó con una estruendosa pitada” o “como en el 9 d’Octubre, que sean conscientes que el pueblo valenciano está con sus tradiciones”;.
Compromís quiere evitar a toda costa que se repitan las imágenes de violencia fascista del 9 de octubre que terminaron con 17 imputados y exige a todos los partidos políticos que condenen firmemente estas amenazas. En un comunicado la coalición ha explicado que en ningún acto infantil, lúdico y festivo cabe ningún tipo de agresión, insulto ni exhibición de simbología nazi.
El grupo de Compromís en el Congreso espera que con estas amenazas no vuelva a producirse “la triple alineación del PP con los grupos de ultraderecha del 9 de octubre”: “primero los ultras convocaron a su gente para insultar y abuchear a cargos electos, después la Delegación del Gobierno no impidió una contramanifestación ilegal para garantizar la seguridad de los manifestantes y, por último, el PP no condenó la violencia fascista y impidió que el Congreso se pronunciase al respecto.”
La formación valenciana espera que el delegado del Gobierno en València, Juan Carlos Moragues, no vuelva a permitir a los grupúsculos neonazis vulnerar todos los derechos fundamentales y secuestrar otra celebración de todos los valencianos y las valencianas.
Compromís se ha mostrado “profundamente preocupado” por la nueva oleada de fascismo que está sacudiendo el territorio valenciano y recuerdan que no es un hecho aislado, que a las agresiones del 9 d’Octubre le siguió la intimidación de miembros de España 2000 que se concentraron una noche con máscaras de una película de terror ante el domicilio de la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra.