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Las Corts Valencianes han aprobado esta mañana, en la sesión de la Comisión de Sanidad, con los votos a favor de todos los grupos parlamentarios y la abstención de Ciudadanos, la propuesta de Compromís para impulsar un nuevo protocolo de lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del SIDA, que contemple la posibilidad de participación de las farmacias de nuestro territorio para que, previa autorización y formación por parte de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, puedan realizar las pruebas rápidas de detección del VIH en sus propios establecimientos”. 

“Y que también se desarrolle un plan de mejora de la accesibilidad a la prueba rápida del VIH en cada una de las Zonas Básicas de cada Departamento de Salud del sistema público sanitario, es decir, en los centros de salud”, ha añadido la diputada de Compromís, Marian Campello.

Según Campello, “en nuestro territorio, con cinco millones de habitantes, sólo un total de ocho centros, contando entre ONGs, asociaciones y CIPs, dan la posibilidad de realizarse la prueba rápida de detección del VIH. Y de esos ocho centros, en seis hay que pedir la prueba con cita previa. Un panorama muy decepcionante y preocupante cuando, por ejemplo, en Cantabria, con 600.000 habitantes cuentan con 59 centros para hacerse la prueba”.

“Desde Compromís consideramos que la descentralización y el fácil acceso a las pruebas son clave para la detección y diagnóstico precoz del VIH, como ya se está haciendo en otras comunidades. Hablamos de que las personas infectadas por el virus del SIDA que no saben que lo están, y que con la prueba rápida podrían saberlo, representan a una de cada cuatro personas portadores, aproximadamente. Y si el 70% de las nuevas infecciones provienen de personas que son desconocedoras de ser portadoras, quiere decir que las que sí son conscientes contagian menos”.

Por otro lado, “los expertos señalan que los motivos del aumento de los casos de VIH en los países desarrollados se encuentran en la ‘trivialización’ de la infección, entendiéndola como una enfermedad crónica fácilmente controlable, cuando esa no es la realidad. Así el foco se fija sobre las carencias en un diagnóstico precoz de la infección. Además, en un Estado con más de 150.000 personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia adquirida, el Gobierno central no aporta ni un euro desde 2011 al Fondo Global por la lucha contra el VIH. Por eso en la propuesta aprobada también pedimos al Consell que inste al Gobierno a recuperar en los Presupuestos Generales del Estado la línea nominativa, extinta desde 2011, para este Fondo Global”, ha concluido la diputada Marian Campello.