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En el debate del Pleno de esta semana, en la moción que pide abordar medidas para garantizar la aconfesionalidad del Estado, Compromís propone que se cumpla la aconfesionalidad del Estado sin exclusivas para la Iglesia Católica ni ninguna otra. Para ello, reclamará que se evite la injerencia de cualquier confesión en ámbitos que no les son propios, como la justicia, el ejército, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los consejos biomédicos y centros de desarrollo e investigación que trabajan para mejorar la vida y la salud, la radiotelevisión pública, el sistema educativo público o el sistema nacional de salud.

El senador Carles Mulet defenderá en primer lugar la derogación de los  Acuerdos Jurídicos España-Santa Sede, de 3 de enero de 1979 y la negociación de un nuevo acuerdo con la Iglesia Católica en línea con los celebrados con el resto de confesiones religiosas reconocidas por el Estado.

Por otro propondrá establecer los protocolos necesarios la evitar la injerencia de cualquier confesión religiosa en ámbitos que no les son propios y regular la prohibición de la  utilización de indumentaria oficial y la presencia militar o policial en actos religiosos en calidad de miembros de estos colectivos. “Con ello pretendemos evitar medallas a vírgenes, mausoleos a fascistas sostenidos con dinero público, crucifijos en las habitaciones de hospital, cofradías, militares en actos religiosos y la oficialidad de la religión en los actos diarios de un Estado moderno, porque queda ya lejos la presencia de religiones en la toma de decisiones, su obligatoriedad u oficialidad, por eso deben estar circunscritas al ámbito privado de las personas, sin privilegios. Separando, colaborando con las religiones y sus ONG de ser necesario, pero sin mezclar ámbitos públicos y privados”, ha concluido Mulet.