Los votos del Partido Popular han hecho que no se llegue a producir una declaración institucional promovida por Compromís para que el Congreso condene a “los actos de violencia
fascista, tanto verbal como física, que se sucedieron ayer durante la procesión cívica y la manifestación con motivo del 9 d'octubre”. Los diputados del PP proponían una redacción que cambiaba totalmente el sentido de la declaración: restaba importancia a la simbología nazi que portaban los agresores condenando “todo tipo de violencia por igual”.
La coalición valencianista considera, en la declaración institucional propuesta, que las agresiones, insultos y exhibición de simbología nazi, por parte de simpatizantes de partidos de ultraderecha, han empañado el día de celebración del pueblo valenciano y han intentado interrumpir una jornada festiva y reivindicativa.
El grupo de Compromís en el Congreso ha criticado que el PP no condene explícitamente la violencia fascista: la Delegación del Gobierno no impidió una contramanifestación ilegal para garantizar la seguridad de los manifestantes y ahora el PP impide el rechazo unánime del Congreso a las agresiones fascistas.
La formación valenciana ya pidió el cese del delegado del Gobierno en València, Juan Carlos Moragues, por permitir a los grupúsculos neonazis vulnerar todos los derechos fundamentales y secuestrar el día de todos los valencianos.
Compromís ha presentado también una batería de preguntas sobre el dispositivo policial desplegado por la Delegación del Gobierno y ha solicitado la actuación de oficio de la Fiscalía así como la comparecencia del Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto.