La diputada de Compromís en Les Corts, Isaura Navarro, ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) para que el Consell inste al Gobierno español a hacer una consulta ciudadana sobre la activación directa de un proceso constituyente, democrático, amparado por el artículo 92 de la Constitución española.
Según ha explicado Navarro, “la ciudadanía está pidiendo más democracia. Una democracia que tenemos que conseguir a través de un proceso constituyente que tiene que nacer de la voluntad del pueblo. La gente tiene derecho a votar si quiere el comienzo de ese proceso de cambio, desde abajo hacia arriba, que suponga una regeneración de derechos”.
A fecha de hoy, tres de cada cuatro ciudadanos españoles no pudieron votar la Constitución el 6 de diciembre de 1978. Además, se suma el hecho de que, en aquel referéndum, la población se debatía entre mantenerse en el marco del ordenamiento jurídico de la dictadura o avanzar hacia un ordenamiento constitucional, sin que se produjera un proceso participativo ciudadano que sometiera a debate el contenido del texto propuesto.
La Constitución ha sufrido dos reformas explícitas y varias mutaciones constitucionales que no han sido avaladas por el pueblo, situación que pone de manifiesto la contradicción del principio de soberanía del artículo 1.2 de la propia Constitución, que dice que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. Pero a pesar de referirse a la soberanía popular como base de legitimidad de la Constitución, el pueblo nunca decidió sobre estas reformas.
Otro factor que no se puede obviar es que la Constitución española de 1978 tiene treinta y siete años desde su aprobación. Ni los problemas de aquel momento son los de ahora ni está pensada para los retos de la segunda década del siglo XXI, además del amplísimo desencanto por la política que existe en la ciudadanía.
Frente a esto, la única solución es la democrática. Regenerar la sociedad en el marco de la reconstitución del Estado, tanto institucional como territorial, donde las personas puedan decidir como ciudadanía. Decisión que sólo se puede realizar a través de un proceso constituyente, impulsado mediante un referéndum constituyente, donde la ciudadanía pueda votar a favor o en contra del inicio de un proceso constituyente democrático y participativo que regenere el Estado y lo ‘relegitime’ en base a la decisión democrática del pueblo.
“Tenemos que estar a la altura de lo que la gente quiere, que es participar de todas las decisiones públicas. Más transparencia, más derechos. Queremos una nueva Constitución que esté a la altura de los tiempos de hoy”, ha concluido la diputada Isaura Navarro.