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La presidenta de la Comisión de Educación y Cultura en las Corts y diputada de Compromís, Marian Campello, ha manifestado que “el Ministerio de Educación y Cultura ha puesto en marcha el teléfono contra el bullying en día festivo en los colegios, ayer día 1 de noviembre, a escondidas, un año después de su anuncio e ignorando a las comunidades autónomas que son las que tienen la competencia en esta materia” 

Según Campello, “la lucha contra el bullying tiene que hacerse de manera transversal, alcanzando más ámbitos, además del de la Educación. Y tener un teléfono de atención 24 horas a las víctimas es una herramienta que puede ayudar, pero que se queda incompleta si no se inserta dentro de un Plan Integral contra el acoso en las escuelas que el Ministerio tiene que llevar a cabo”.

“Hay que recordar que existe un Observatorio de la Convivencia Escolar desde 2007, que depende del mismo Ministerio, y que desde 2011 no se ha reunido. Un órgano que incluye representación autonómica. Y ahora, mientras hay un vacío de seis años, se pone a rodar este teléfono sin ninguna medida más que pueda complementarlo y hacer más efectiva la lucha contra el bullying”. 

“Por otro lado, parece ser que la empresa que va a dar el servicio es especialista en telemarketing, y el redactado del pliego de condiciones es bastante ambiguo cuando se refiere a los profesionales que tienen que atender las llamadas, puesto que habla de ‘personal en posesión de una licenciatura o grado universitario en el ámbito de la psicología’, cuestión bastante criticada por el Consejo General de la Psicología”.

“Además, es muy grave que el Ministerio haya ido por libre y haya dejado de lado a las autonomías, sin contar con ellas, ni coordinarse. Es absurdo que, siendo un recurso más contra el bullying, en ningún momento haya habido un contacto por parte del Ministerio para hacer un trabajo en común con acciones conjuntas y poder tener más herramientas para apoyar y dar cobertura a las víctimas del acoso escolar”.

“Por todo esto consideramos que el Ministerio de Educación tendrá que repensar su modelo, si lo tiene, para luchar contra el bullying y hacerlo transversal a otras áreas, además de contar con las autonomías y empezar a trabajar en un Plan Integral contra el bullying. No tenemos que olvidar que estamos hablando de un reto para toda la sociedad y que como tal se tiene que combatir desde muchos ámbitos, contando, evidentemente, con los agentes sociales y la comunidad educativa”, ha concluido la diputada Marian Campello.