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La síndica adjunta de Compromíso en las Corts, Mònica Álvaro, ha presentado una propuesta para que la Generalitat fomente el uso de desfibriladores en las costas valencianas. “A pesar de que la normativa valenciana sobre las obligaciones relativas a los espacios cardioprotegidos es bastante reciente, todavía encontramos que núcleos de gran afluencia, como son nuestras costas, podrían estar mejor dotados y, sobre todo, salvar vidas”, ha explicado la diputada.

Según Álvaro, “dada la emergencia y rapidez con que hay que actuar, y teniendo en cuenta que habitualmente las playas se encuentran alejadas de los cascos urbanos y centros de salud, se hace necesario que aquellas que cuentan con un determinado aforo tengan que tener acceso rápido a desfibriladores. Consideramos que, sin menenospreciar los esfuerzos de los puntos de salvamento y la gran capacidad de los profesionales que vigilan las playas, todavía se puede hacer más. Urge dar un paso adelante y dar seguridad a los bañistas que hacen uso y recreo de nuestras playas”.

Cada año hay cerca de 30.000 muertos en el Estado español por paradas cardiorespiratorias y muchas de ellas podrían ser evitadas si se hiciera uso de la tecnología cardíaca en los cinco primeros minutos después del fallo respiratorio. En cambio, si los mecanismos se aplican a los 10 minutos, la tasa de supervivencia resulta casi nula, según reflejan los estudios del American Heart Association.

“Los datos son alarmantes y han hecho que multitud de gobiernos, empresas, entidades y asociaciones tomen medidas que permitan revertir la situación creando zonas o espacios cardioprotegidos. Y en el País Valenciano la problemática no es ajena, especialmente durante la época de verano donde nuestras playas, gran estándar del turismo, son un lugar donde confluye gran número de público”.

“Atendiendo a estos datos, que indican que cada 20 minutos en España hay un paro cardíaco, la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST) ya ha iniciado los procedimientos para conceder el distintivo de ‘playa protegida’. Y algunas de nuestras playas más emblemáticas, como Gandia, Benicarló, Sagunto o Xàbia, ya han tomado medidas instalando desfibriladores de uso público (DESA) en su litoral, previniendo así el número de muertos durante el pasado verano”.

“Solamente hay que comparar las cifras: en España la tasa de supervivencia después de una parada cardiorespiratoria es del 4%, mientras que en los Estados Unidos, donde el uso de desfibriladores es universal, el índice de vidas salvadas sube al 50%”, ha concluido la diputada Mònica Álvaro.