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El senador territorial de Compromís, Carles Mulet, ha visitado por primera vez el conjunto del Valle de los Caídos, como paso previo para registrar esta próxima semana en la Cámara Alta, una moción exigiendo el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica y las recomendaciones y conclusiones de la Comisión de Expertos creada en 2011.

Según Mulet “esta basílica y todo su conjunto, continúa siendo un gran mausoleo dedicado a la memoria del dictador Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera, donde 33.847 cadáveres víctimas de la guerra iniciada por el dictador y la posterior represión, se acumulan anónimos e invisibles en las paredes de este recinto, sin la más mínima mención ni reconocimiento, mientras las dos figuras fascistas reinan baja la cúpula de la basílica con flores frescas sobre sus lápidas y con personal de seguridad especial guardando sus restos. ¿Todo ello financiando por quién?”

Mulet recuerda que los miles de cadáveres almacenados sin condiciones, “robados” un su mayoría de casos, están ocultos y silenciados, y que todo el recinto desprende el hedor de un monumento de tintes fascistas. “Este espacio fue construido con la vida, esfuerzo y desesperación de miles de ciudadanos, esclavos de la dictadura, castigados a trabajos forzados por sus ideas políticas, y hoy en día continua, como hace 40 años, siendo el lugar de reposo sagrado del asesino que les arrebató la vida. De nada sirvieron las alternativas estudiadas a la configuración de este monumento, que pervive a pesar de los avances normativos”, ha señalado Mulet.

El senador valenciano, recuerda que la disposición adicional sexta de la Ley de Memoria Histórica, afirma que el Valle de los Caídos ha de poder ser contemplado por sus visitantes y por la conciencia colectiva del país con un nuevo significado más inclusivo, desde el espíritu de reconciliación y el respeto al pluralismo reconocido en el pacto constitucional, y el artículo 16 de la misma ley establece que se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos y que ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo. A pesar de ello, todo el recinto continua siendo una exaltación del franquismo en sí, sin la más mínima mención a las víctimas.

Para Mulet, “es urgente cumplir con las conclusiones y recomendaciones de la comisión de expertos creada en 2011 y sacar inmediatamente de su lugar privilegiado los restos de primo de Rivera y de Franco”, y facilitar los trámites y ayudas para retornar los cuerpos robados de las víctimas del franquismo a sus familiares, y acabar convirtiendo el Valle de los Caídos en un centro que honre a las víctimas y no al verdugo. O esto o, directamente, la demolición. Nos da prácticamente igual, porque la mancha de sangre nunca se podrá quitar de este conjunto, pero no puede continuar un minuto más en este estado. El hecho es de tal gravedad como si el Estado Alemán estuviera manteniendo con dinero público un gran mausoleo con los restos de Hitler y emparedados junto a él el cadáver de sus víctimas. Solo de pensarlo, se nos eriza la piel”, ha sentenciado.

Compromís ha presentado ya varias preguntas sobre los fondos que anualmente se destinan al conjunto, ya que el Valle de los Caídos no rinde cuentas ni presenta memorias de su situación económica pese a recibir -según sus datos- subvenciones públicas de 340.000 euros del Patrimonio Nacional, lo que supondría un incumplimiento de los requisitos de la Ley General de Subvenciones. Por otro lado reclamará conocer las inversiones por mantenimiento que ha recibido el complejo en los últimos años.