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Compromís per Alacant lanza un vídeo sobre el frustrado cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en la ciudad de Alicante a raíz de un recurso del PP contra el cambio de nombres del callejero, el cual culminó el pasado viernes con el último cambio de la calle de Miquel Grau, víctima del fascismo durante la Transición. Lo hace tres días después de que su sede alicantina sufriera pintadas y lanzamientos de huevos por parte de miembros de Falange Española.

Si bien el cambio de calles es una cuestión que ha afectado a distintas concejalías, la de Memoría Histórica y Democrática, que dirige María José Espuch, no ha eludido en ningún momento su gestión en lo que la coalición considera el cumplimiento de una ley con más de 10 años de vida desde su aprobación y cuya aplicación se había dilatado interesadamente por el Partido Popular, hoy principal responsable de la paralización del cambio de nombres de un callejero.

Compromís siente que su participación en el proceso de cambio de calles franquistas se ajusta a los principios democráticos de participación y de respeto a la legalidad vigente. La coalición abogó por crear una comisión que asegurara la plurarildad de un cambio en el que cada grupo político figuró conforme a su representación en el pleno municipal. En esa línea, la comisión contó con los miembros de todas las juntas de distrito de la ciudad, de cuatro miembros de la Universidad de Alicante (dos de Humanidades Contemporáneas y otros dos de Ciencias Políticas), un representante del comercio así como de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica y de Alicante Vivo.

Dicha Comisión se reunió por primera vez el 11 de abril de 2016, y adoptó una serie de medidas por unanimidad, entre ellas los criterios objetivos para poder determinar qué calles, plazas y demás espacios públicos eran susceptibles de ser eliminados y sustituidos por otros, así como el procedimiento a seguir a partir de ese momento. La comisión recogió solicitudes de personas, colectivos e instituciones, incluso se hizo un trabajo de investigación sobre la evolución del callejero desde el siglo XVII para abordar los cambios.

Y tras un periodo de dos semanas de alegaciones públicas, el resultado fue el siguiente: de los 103 nombres estudiados por la comisión, se mantuvieron 57 (más del 55%) y solo se modificaron 46. El 70% de los cambios tiene nombre de mujeres… Nombres de políticas, periodistas o deportistas que se unen a los de artistas, intelectuales o personajes de raigambre local también propuestos… No se tocó el nombre de ninguna persona represaliada por la República durante la Guerra Civil; la ciudadanía afectada no tenía siquiera que cambiar su DNI, y todas aquellas entidades interesadas en las nuevas denominaciones fueron informadas, desde la subdelegación de Gobierno al INE, pasando empresas de transportes, financieras, de correos suministradoras de teléfono, electricidad, agua, etc.

Solo votaron en contra Ciudadanos y Partido Popular. Y este último presentó un recurso cuya notificación llegó al Ayuntamiento días después del inicio del proceso de cambio. Entre sus alegaciones, denunciaban falta de participación ciudadana y sostenían que el cambio debería haberlo aprobado el pleno municipal y no la Junta de Gobierno, órgano que validó el cambio definitivo y al que la ordenanza local otorga la potestad en estas cuestiones. El recurso del PP deja un escenario insólito en una ciudad democrática en el que las calles vuelven a homenajear a personas que prosperaron durante la dictadura o fueron convertidos en mártires, un escenario contra el que Compromís siempre combatirá hasta la democratización definitiva de las calles alicantinas.