Bota al contingut principal

El portavoz adjunto de Compromís en las Corts, Juan Ponce, ha manifestado su “preocupación e indignación por las intenciones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de alargar la vida de la obsoleta central nuclear de Cofrentes con una nueva prórroga para su funcionamiento. El cierre de estas instalaciones tiene que ser en marzo de 2021 y no en noviembre de 2030. De no ser así, la ministra Reyes Maroto será la responsable de romper uno de los compromisos electorales con los valencianos y las valencianas, adquiridos por los partidos que apoyan al Gobierno central”.

“Exigimos a Maroto que detalle la ‘presunta’ necesidad y los motivos por los que Industria podría conceder una nueva prórroga a Cofrentes, tal y como se puede ver en el calendario establecido en el Protocolo de Intenciones para el cierre ordenado de las centrales nucleares, subscrito entre Enresa y los propietarios de las centrales en marzo de 2019. Una explicación que la ministra tendrá que dar ante la petición de comparecencia en comisión en el Congreso, hecha por el portavoz de Compromís en el parlamento español, Joan Baldoví”.

En este sentido, Baldoví ha señalado que “los valencianos y las valencianas tenemos derecho a saber si el gobierno tiene previsto dar una nueva autorización para alargar la vida útil de la central nuclear de Cofrentes. Y tenemos la obligación de exigirle que cumpla con la voluntad de la ciudadanía y clausure Cofrentes, tal como aprobó las Corts Valencianes en 2017 con los votos a favor del PSPV, Unides Podem y Compromís”.

“Por eso, desde Compromís consideramos que, además de los conocidos peligros y riesgos que comporta la gestión de sus residuos, el mantenimiento de la energía nuclear aplaza la expansión de alternativas más sostenibles. En medio de la pandemia tenemos la esperanza de poder diseñar un nuevo futuro más verde. El reparto de los Fondos europeos de recuperación ‘Next Generation’ tiene que estar destinado a la transición ecológica, a hacer frente a la emergencia climática y, entre otros, a acelerar el cierre de las centrales nucleares”.

Por su parte, Ponce ha recordado que “este escenario no es nuevo, puesto que en 2019 la actual vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dio luz verde a la construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) en Cofrentes, y abría la puerta a lo que hoy estamos denunciando: la prórroga hasta 2030 de esta central. A ella y a Maroto insistimos en recordarles que la voluntad de la ciudadanía valenciana para el cierre y desmantelamiento de la nuclear de Cofrentes se manifestó en la resolución aprobada por el pleno de las Corts el 29 de marzo de 2017. Y que, además, tanto Ribera como Maroto obvian las recomendaciones que en 2019 hizo la Generalitat Valenciana al proyecto de evaluación de impacto ambiental del proyecto del ATI”.

“La central nuclear de Cofrentes tiene autorización de funcionamiento hasta marzo de 2021, cuando habrá llegado a los 37 años de funcionamiento, superando así en más de 10 años el cierre recomendado por la Agencia Europea de la Energía para las nucleares europeas. Hay que recordar que el reactor de la nuclear valenciana es del mismo tipo que el que tenía la siniestrada japonesa de Fukushima y que durante los últimos años Cofrentes ha acumulado numerosas incidencias que reflejan el evidente deterioro de la central. Solo en 2017 tuvo nueve incidencias, el número más grande de todas las centrales españolas, siendo una de las incidencias de Nivel 1 por rotura de una válvula y pérdida de fragmentos que tardaron 40 días en recuperarse”, ha concluido Juan Ponce.